marzo 04, 2019
La mayoría del Fósforo se encuentra en el suelo como Fósforo no asimilable ya sea en forma mineral u orgánica. Solamente un 10% del Fósforo del suelo está disponible para las plantas, del cual entre el 1-2% se encuentra en la solución del suelo.
Sin embargo, el Fósforo es esencial para el desarrollo de las plantas. Se requiere para el funcionamiento normal de las membranas celulares, además de ser un componente clave del ácido nucleico y el ATP (la molécula que alimenta casi todos los procesos metabólicos) y participa en la producción y transporte de azúcares, grasas y proteínas.
Normalmente, cuando aportamos Fósforo al suelo lo hacemos en forma de ortofosfatos. Estos aportan Fósforo asimilable para la planta, mientras que los polifosfatos, estables en el suelo, sólo están disponibles para la planta cuando captan agua y la molécula de polifosfato se rompe en varias de ortofosfato. Los ortofosfatos se asimilan rápidamente por la planta pero, con el transcurso del tiempo, pueden fijarse o retrogradarse en el suelo.
Los fertilizantes YaraMila™ contienen además de ortofosfatos, polifosfatos y una fracción de Fósforo soluble en citrato amónico neutro (P-Extend) que facilita una disponibilidad constante de Fósforo a lo largo del ciclo de la planta. Por lo tanto, los fertilizantes YaraMila™ combinan perfectamente en cada gránulo el Fósforo inmediatamente disponible para la planta con un aporte más continuo en el tiempo, además de Nitrógeno y Potasio. Cabe mencionar que esta no es una mezcla física o “blend”, sino que se trata de un abono complejo que cuenta con la misma proporción en cada gránulo, lo que favorece una distribución uniforme y homogénea.
Las ventajas de la tecnología P-Extend son numerosas, pero destacamos las siguientes:
Para más información sobre P-Extend, haz click para ver el vídeo:
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