Incrementar la calidad en praderas

Existen tres aspectos de calidad de praderas y pasto: la calidad del pasto, la calidad nutricional y la sanidad animal.

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La calidad del pasto

La calidad de la capa de pasto tiene más influencia de otras prácticas agronómicas igual que la gestión del pastoreo, no obstante mantener un buen nivel de fertilidad e incorporar un programa equilibrado de nutrición vegetal tiene que ser una parte importante de la gestión de praderas. 

También existe una evidencia indirecta de una reducción en infecciónes de enfermedades en cereales aplicando varios nutrientes incluyendo potasio, molibdeno, boro, zinc y manganeso. Por extensión es probable que lo mismo suceda para gramíneas de forraje.

Calidad nutricional

La calidad nutricional del pasto se mide típicamente por digestibilidad, contenido de proteínas y de materia seca, todos factores que se dejan influir por la nutrición vegetal. 

La digestibilidad depende de la fase de desarrollo y la nutrición, capa de pasto joven con fuerte masa foliar tienen niveles de D y ME más altos que los que hayan empezado a producir tallos florales, o contener mucho material muerto. Praderas con una estratégia de nutrición balanceada serán más sabrosas que las que tienen fertilización incompleta. 

El nivel de proteínas depende del desarrollo del pasto y la nutrición vegetal lo afecta, sobre todo la nitrogenada. Los niveles incrementan en la temprana primavera. Producción de proteínas depende de la disponibilidad de las plantas para absorber nitrógeno del suelo, y puede variar con las aplicaciones nitrogenadas pero también por niveles de potasio y azufre además del pH del suelo. 

El contenido de materia seca es el factor más variable y menos controlable. Contenido de materia seca baja es generalmente asociado con clima húmedo y condiciones malas para el desarrollo. Igual por tener un efecto directo en el rendimiento, también tiende a reducir la calidad y llevar a un menor consumo diario por parte de los animales. Además, en el silo, un alto nivel de materia seca puede también llevar a un menor consumo.

Salud animal 

Para la salud animal, la nutrición de oligoelementos también deben de considerarse como un aspecto de la calidad del pasto. Animales de pastoreo tienen diferentes requerimientos de oligoelementos comparados con las plantas de la pradera, así que es importante asegurar que estos elemento estén presentes en el pasto a niveles requeridos para satisfacer las necesidades nutricionales de los animales. Sodio y selenio son ambos esenciales para la salud animal pero sin valor para la planta y directrices para otros elementos como magnesio, zinc y cobre son más altos en animales de pastoreo que en el pasto mismo.

Nutrición vegetal y calidad del pasto

Nitrógeno

Nitrógeno es el nutriente principal para el pasto y se utiliza para estimular altas tasas de crecimiento y es básico para obtener altos rendimientos, no obstante si se aplica en exceso puede tener un efecto negativo en la calidad.

Fósforo

El fósforo juega un papel en muchos procesos metabólicos en las plantas igual que en las actividades enzimáticas, y a pesar de que la demanda de fósforo es baja comparada con la de nitrógeno, su disponibilidad es esencial.

Potasio 

Potasio es el nutriente que en más cantidad se consume en la capa de pasto de la pradera.

Azufre

Azufre es básico en la formación de proteínas, aminoácidos y enzimas y por ende es crucial para el crecimiento y desarrollo.

Magnesio 

Es importante también considerar el magnesio.

Oligoelementos 

Sodio es importante para la nutrición animal y normalmente el pasto contiene cantidades insuficientes para satisfacer los requerimientos de animales de pastoreo.

Otras prácticas que puedan influir en la calidad de las praderas.

Los agricultores pueden también influir en la calidad de sus praderas con las siguientes prácticas agronómicas: 

  • Mantener el pH correcto. 
  • Mantener buena estructura del suelo y minimizar la compactación. 
  • Mejorar y mantener el drenaje del suelo 
  • Mantener una alta proporción de las especies de gramíneas dentro de la capa de pasto para sacar lo máximo de valor nutricional. 
  • Volver a sembrar con regularidad también encima del pasto existente para mantener una alta calidad en toda la finca y escoger variedades enfocando tanto en calidad como en rendimiento. 
  • Podar para remover material grueso y pasar una grada para quitar material muerto y abrir el prado, ambos acciones que fomentarán el macollaje. 
  • Gestionar en manera eficaz el pastoreo para evitar daños y minimizar rechazos.