Función del Calcio en frutales de pepita

El calcio activa enzimas y es un elemento esencial para la división celular, el tamaño y el crecimiento de la fruta. Estabiliza y asegura la permeabilidad de las paredes celulares, protegiéndolas de una degradación enzimática. Como resultado, frutos con niveles más altos de calcio que son más firmes y con piel y pulpa menos propensos a desórdenes que provocan descomposición, reduciendo las fugas a través de las membranas de las paredes celulares. Por eso, un buen suministro de calcio retrasa la maduración y mejora las cualidades para el almacenaje de la fruta.

El efecto de Calcio y fases de desarrollo

Fase de desarrollo Efecto de calcio
Desborre – Empezando floración Impulsar crecimiento de raíces y follaje y producción alta
Cuajado a fruto pequeño (30mm) Mantener buena calidad y minimizar trastornos del fruto
Llenado del fruto – Madurez Mantener buena firmeza y calidad de almacenaje del fruto
Post cosecha Mantener niveles altos en el árbol
Ver más en Fases de desarrollo de frutales de pepita.

 

Directrices generales para aplicaciones de calcio

El calcio se absorbe por las puntas de las raíces y es transportado hacia las hojas y frutos en desarrollo con el flujo de la transpiración vía la xilema. En esta fase, la absorción es bastante rápida y los suministros del suelo son importantes. 

Cuando el fruto llega a tener un tamaño pequeño, más del 50% de la cantidad total de calcio se encuentra dentro del fruto. Por eso es importante que el calcio se haya aplicado al suelo antes de llegar a esta fase. 

No obstante, en fases posteriores de desarrollo, conforme se vaya expandiendo el fruto, la mayoría del Ca se transporta hacia las hojas donde no podrá volver a distribuirse y las cantidades dentro del fruto se diluyen. En esta fase, las pulverizaciones al fruto deben de aplicarse para abastecer las necesidades de calcio.

Carencia de calcio en manzanas

El calcio es inmóvil en el floema y no puede ser movido de los tejidos más viejos de los árboles, así que las hojas más jóvenes son las que primero muestran síntomas y se vuelven cloróticas. El crecimiento nuevo se atrofia y el rendimiento se reduce. La calidad del cultivo también se deteriora y se reduce la firmeza y se produce un aumento de los trastornos fisiológicos como el acorchado, quemaduras de sol y Bitter pit.